Para nosotros es muy importante que nuestro residente se sienta como en casa y conseguir que su habitación se adapte, dentro de lo posible, a las características de cada uno, teniendo en cuenta su condición física o psicológica.

El descanso es un elemento vital a lo largo de nuestra vida cuando somos niños y sobre todo cuando ya somos mayores. Es por eso que tenemos especial cuidado en que la habitación se convierta para su residente en una zona segura y de descanso donde pueda recuperar fuerzas al final del día o en algún momento concreto donde necesite pasar más tiempo en cama.

Un baño adaptado en la habitación les facilita su estancia con la posibilidad de usar duchas, lavabos e inodoros en el momento que necesiten. Asideros y otros elementos integrados proporcionan seguridad y autonomía al residente en su día a día.

Como resultado, podríamos decir que este tipo de estancias, junto con los servicios que ofrece el residencial supone, en el mayor de los casos, una mejora en la calidad de vida de las personas mayores que acuden a nuestro centro.